Los panelistas discutieron sobre lo que promete ser un año histórico en la lucha contra el hambre de verano, gracias a la llegada del EBT de verano y las flexibilidades ampliadas para las comunidades rurales.
Con el verano cada vez más cerca, los niños se enfrentan a la que tradicionalmente ha sido la época del año con más hambre. Este año, sin embargo, promete ser diferente gracias a las victorias de políticas públicas que ayudarán a proporcionar una solución integral al antiguo reto del hambre en verano. No Kid Hungry habló con un grupo de expertos sobre los nuevos programas que se han puesto en marcha para garantizar la alimentación de los niños cuando desaparecen las comidas escolares durante los meses de verano.
Chloe Eberhardt, gerente de programas del Centro de Buenas Prácticas, moderó la conversación:
- Bryan Van Dorn, Supervisor, Departamento de Educación de Michigan Oficina de Servicios de Nutrición
- Candy Biehle, Directora de Nutrición Infantil, Distrito Escolar Independiente de Smithville
- Zee Zaidoff, beneficiaria de SNAP, defensora de la comunidad, y madre de un niño en la zona rural de Hawai.
Puede acceder a la grabación de vídeo aquí.
A continuación, cinco conclusiones del evento:
1. El EBT de verano, o SUN Bucks, proporciona a todos los niños que reúnan los requisitos necesarios $120 para la compra de alimentos durante los meses de verano, lo que supone un cambio radical para las familias que luchan por estirar su presupuesto para sustituir las comidas gratuitas que sus hijos suelen recibir en la escuela.
Bryan Van Dorn, que desempeñó un papel clave en la implementación del EBT de verano en Michigan, explicó por qué su estado consideraba imperativo optar por el programa. "Aunque el programa de servicios alimentarios de verano, que tradicionalmente ayuda a los niños en la época de verano, ha experimentado un crecimiento a lo largo de los años, no ha sido capaz de llegar a tantos niños como sabemos que participan en las comidas escolares. Así que se necesita un programa permanente de EBT de verano para ayudar a cerrar la brecha de inseguridad alimentaria para casi 850,000 niños sólo en nuestro estado."
"Este beneficio adicional de 120 dólares que llega para el verano supondrá una gran diferencia para las familias", dijo Zee Zaidoff, que está criando a su hijo en la zona rural de Hawai y tendrá derecho al EBT de verano por primera vez este año.
2. El programa EBT de verano está diseñado para servir a los niños de todas las comunidades, asegurando que las familias elegibles, independientemente de su estatus migratorio, puedan acceder convenientemente a la nutrición esencial que sus hijos necesitan para prosperar, aprender y crecer durante el verano y todo el año. Se espera que ayude a las familias de casi 21 millones de niños a estirar su presupuesto y proporcionar comidas nutritivas en casa mientras los niños están fuera de la escuela.
Van Dorn dijo: "La intención de este programa es proporcionar beneficios a los niños de hogares con bajos ingresos durante los meses de verano".
Enfatizó que "este programa está abierto a todos los que cumplan los criterios de elegibilidad, independientemente de su raza, color, origen nacional, sexo, edad, discapacidad, ciudadanía o estatus migratorio".
Van Dorn compartió que similar a los programas de comidas escolares, la información no se recoge en la aplicación y no hay consecuencias de inmigración para las familias que reciban este beneficio para alimentar a sus hijos durante los meses de verano. Van Dorn añadió: "Está claro que pretende llegar al mayor número posible de niños, y sabemos que aquí en nuestro estado lo hará".
3. Este año, más comunidades rurales tendrán flexibilidad para brindar más opciones de programas de comidas de verano, donde las familias pueden recoger comidas para varios días y llevárselas a casa o recibir comidas a domicilio en lugar de tener que consumirlas en el lugar. Gracias a la ampliación de las directrices, muchos más distritos escolares y organizaciones comunitarias podrán ofrecer comidas de la forma que mejor se adapte a su comunidad.
Candy Biehle, que coordina el programa de comidas de verano para la pequeña comunidad rural de Smithville (Texas), declaró: "La flexibilidad me ayudará a asegurarme, como departamento, de que estamos haciendo todo lo posible para alimentar al mayor número posible de niños".
Agregó, además: "Con esa comodidad, vamos a ver a muchas más familias aprovechándolo".
4. Las familias rurales a menudo deben superar múltiples obstáculos para acceder a los programas de comidas de verano, lo que hace que estas flexibilidades sean aún más importantes para garantizar que sus hijos se mantengan alimentados durante todo el verano. Los centros de comidas de verano en comunidades rurales que ofrecen comidas gratuitas para varios días son muy significativos, pues ofrecen a las familias un verdadero alivio económico, además de nutrición durante el verano para sus hijos.
Candy Biehle conoce bien su comunidad. "Es bastante costoso para estas familias conducir a la ciudad por una comida diaria".
Y agregó: "Los padres tienen entonces que considerar si realmente es una comida gratuita cuando a mí me cuesta todos los días ir a la ciudad para darle esta comida gratuita a mi hijo".
Biehle declaró: "Poder poner estos lugares a disposición de nuestra comunidad rural... va a hacer una gran diferencia".
Al hablar de su propia comunidad rural en Hawai, Zaidoff comentó: "Nuestra escuela más cercana está a 25 minutos en carro. Muchas familias de mi comunidad no tienen forma de transporte, ni licencia de conducir, ni tiempo para conducir 25 minutos en cada sentido. Yo trabajo, así que el tiempo de casi una hora ida y vuelta para recoger a mi hijo y luego llegar al sitio para poder comer lo ha hecho imposible. Estos nuevos cambios van a ser absolutamente enormes para nuestra comunidad".
5. Junto a los programas tradicionales de comidas de verano, los nuevas beneficios para comprar alimentos y las mayores flexibilidades para las zonas rurales contribuirán a ofrecer una solución integral al antiguo reto del hambre en la época de verano.
Zaidoff insistió en que los programas deben funcionar en conjunto para ser más eficaces: "Creo que es muy importante que los estados entiendan que, para acabar con el hambre de nuestros niños, especialmente durante el verano, no se trata de un programa o del otro".
Y añadió: "No se trata de lo uno o de lo otro. Ambos programas son increíbles y satisfacen entre el 55% y el 60% de las necesidades, pero si se combinan con comidas para llevar en zonas rurales donde no tengo que gastar $5.20 en gasolina para ir a la escuela, que está a 25 minutos, puedo hacerlo una o dos veces por semana. Ahora tengo comidas para alimentar a mi hijo y tengo los SUN Bucks adicionales para comprar las cosas que no formarían parte de las cajas y paquetes que recibo para el desayuno y el almuerzo".
"Las dos cosas combinadas. Es decir, el hambre en mi comunidad en verano, cuando podemos aplicar ambas cosas, va a disminuir drásticamente, y de una manera muy real va a cambiar la vida de los niños. Absolutamente, inequívocamente, las dos cosas juntas van a mejorar la salud física y mental de los niños de todo el país. Para mí, es muy emocionante", concluyó Zee Zaidoff.