¿Qué quieres ser cuando seas grande? – Es una pregunta que le hacemos a los niños desde muy pequeños. Es una pregunta sobre posibilidades, potencial y esperanza.
En la comunidad latina, esta pregunta lleva consigo el peso de generaciones. A menudo, la pregunta reaviva la esperanza de padres y abuelos que han tenido que sacrificar sus propios sueños por sus familias. Independientemente de la respuesta que den los niños, las familias coinciden en que quieren que sus hijos lleguen lo más lejos posible, que sean felices y, lo más importante, que sean buenas personas y realicen sus sueños.
Este Mes de la Herencia Hispana celebramos las historias y los sueños de los niños de la comunidad latina. Estos sueños no son sólo un reflejo de las aspiraciones individuales, sino un testimonio de los valores del trabajo duro, la familia y la comunidad que se han transmitido de generación en generación.
Los sueños
Oliver
Oliver Rivera es un artista de corazón. Sólo tiene 9 años, pero ya tiene las habilidades para dibujar personajes de series y videojuegos populares. Pero, es en la cancha de baloncesto donde Oliver brilla de verdad. Regateando entre las piernas y anotando, va camino de cumplir su sueño de convertirse en una superestrella del baloncesto. A su madre Nancy, le encanta verle jugar al baloncesto y quiere que también obtenga un título universitario.
Sophia
Sophia tiene 10 años y sueña con ser chef, inspirada por las comidas nutritivas que recibe en la escuela. Su madre suele trabajar turnos de noche y hace sacrificios para que Sophia tenga todo lo que necesita.
Aya
Aya adora la naturaleza. Ella pasa la mayor parte de su tiempo libre jugando al aire libre con su hermano. Ver animales atrapados por el plástico durante sus recientes visitas a las playas de Texas la ha inspirado para hacer la diferencia en favor del planeta. En el futuro, quiere ser veterinaria de animales marinos. A su profesora, Mari Guzmán, le encanta la naturaleza bondadosa y la imaginación de Aya.
Logan
Logan es un triunfador. Mari Guzmán es también su profesora y ha hablado a menudo de cómo él siempre consigue grandes logros en la escuela y fuera de ella. Ya es un talentoso artista y en el futuro sueña con convertirse en tatuador.
Oliver, Aya, Logan y Sophia representan a millones de niños latinos que tienen grandes sueños para el futuro. Cada día, sus familias los envían a la escuela con la esperanza de un futuro brillante para ellos.
Alimentando su presente y nuestro futuro
Los niños necesitan algo más que esperanza para hacer realidad sus sueños: necesitan los recursos y el apoyo adecuados. No Kid Hungry trabaja para garantizar que todos los niños, independientemente de su origen, tengan acceso a las comidas nutritivas que necesitan para crecer, aprender y desarrollar todo su potencial. En la comunidad hispana, no se trata sólo de garantizar que los niños reciban las comidas que necesitan; se trata de honrar los valores de la comunidad y de trabajar juntos para comprender los puntos fuertes que los latinos aportan para hacer de No Kid Hungry una realidad.
Las voces de niños y padres nos recuerdan que los alimentos son el combustible de estos sueños. Sus historias nos recuerdan la poderosa conexión que existe entre la alimentación y las aspiraciones, y son un importante argumento a favor de la alimentación.
Logan dijo, refiriéndose a las comidas escolares: "Pueden ayudarme a mantenerme enfocado. Hacen que mi cuerpo tenga más energía, así que podría hacer la mayoría de estas artes que llevan horas y horas para centrarme en cada cosa que hago".
"Cuando tengo hambre, no puedo concentrarme en otra cosa que no sea mi estómago, porque me produce sensaciones muy raras", cuenta Aya.
Sophia habló de la importancia de la primera comida del día: "Cuando desayuno, puedo enfocarme un poco mejor porque la comida ayuda a mi cerebro a crecer".
Y Oliver simplemente explicó: “Puedo mantener mi energía y estar despierto durante mucho tiempo".
Logan, Aya, Sophia y Oliver entienden la importancia de la comida para alimentar sus sueños. En este Mes de la Herencia Hispana, sigamos alimentando estos sueños y reconozcamos que son los sueños de sus familias y comunidades, construidos sobre los sacrificios y la resiliencia de generaciones de latinos. Es nuestro momento de trabajar por un presente en el que su futuro esté lleno de creatividad para el arte de Logan y las recetas de Sophia, de compasión para el trabajo de Aya con los animales marinos y de posibilidades infinitas para Oliver en la cancha de baloncesto. Al proporcionar a los niños los alimentos saludables que necesitan, podemos ayudarles a hacer realidad sus sueños.
Cómo ayudar:
Done: 1 dólar puede ayudar a proporcionar 10 comidas* para niños. Su apoyo nos ayudará a financiar programas de alimentación en todo el país y a abogar por políticas que ayuden a los niños a obtener las comidas que necesitan.
*Las donaciones ayudan a apoyar programas que alimentan a los niños; No Kid Hungry no proporciona comidas individuales. Obtenga más información en NoKidHungry.org/OneDollar nutrition programs that feed kids.
